La carne de res separada mecánicamente es una de las carnes que ahora están en contra de la ley en los Estados Unidos, y solía ser un gran jugador en la escena de alimentos procesados de Estados Unidos. Durante décadas, este producto con forma de pasta se deslizó en hot dogs y bolonia, aumentando silenciosamente recetas y reduciendo los costos. Todo eso cambió después de que las preocupaciones de salud crecientes empujaron a los reguladores a sacarlo del menú para siempre.
En esencia, la carne separada mecánicamente (MSM) es exactamente lo que suena: la carne eliminó los huesos de la máquina. Los productores tomarían cadáveres de ganado con restos aún conectados, luego los presionarían a través de una pantalla similar a una malla usando una presión intensa. El resultado fue una pasta suave de estilo masa con rastros de cartílago, médula ósea y tejido fibroso mezclado. En su apogeo, los MSM de carne de res o carne de cerdo podrían explicar una parte considerable de ciertas carnes procesadas, siempre que la etiqueta lo explicara.
A finales de los años 80, una propuesta del USDA habría permitido a los fabricantes agregar pequeñas cantidades a ciertos alimentos sin mencionarla en la etiqueta. Dibujó fuertes críticas de los grupos de consumo, lo que advirtió que el contenido óseo podría ser mucho más alto de lo que los consumidores se dieron cuenta. Los representantes de la industria retrocedieron, alegando que esos números fueron exagerados, pero la pelea por lo que se destinó a la pasta presagió una batalla mucho más grande por delante, una que finalmente terminaría por completo la carrera de carne de la carne de MSM en los Estados Unidos.
El susto de seguridad que puso fin a la carne MSM
El debate sobre el etiquetado se desvaneció rápidamente una vez que los riesgos para la salud tomaron el centro del escenario. A principios de la década de 2000, los reguladores estaban más preocupados por lo que podría estar pasando en la pasta que cómo figuraba en un paquete. Si alguna parte del tejido espinal de una vaca llegara a la mezcla, podría llevar al agente detrás de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o una enfermedad de vaca loca, una condición fatal que ataca el cerebro y el sistema nervioso. Ese enlace colocó carne de res separada mecánicamente bajo un microscopio, especialmente cuando los brotes de EEB en el extranjero llegaron a los titulares globales.
Europa ya había sacado la carne de res separada mecánicamente del ganado años antes, y Estados Unidos hizo lo mismo después de varios retiros relacionados con las preocupaciones de las enfermedades de las vacas locas. En 2004, los funcionarios federales de seguridad alimentaria prohibieron formalmente la carne de res MSM de uso en productos destinados a personas, cortándola de perros calientes, bolonia y cualquier otra cosa que una vez lo usara como relleno. Las versiones de cerdo y aves de corral sobrevivieron a la represión, pero deben estar claramente etiquetadas en las listas de ingredientes.
El movimiento se produjo durante una era de mayor desconfianza pública en la carne procesada. Esta hoseza no fue ayudada por escándalos masivos de la industria, incluido el mayor retiro de carne de res en la historia de los Estados Unidos en 2008, cuando se extrajeron 143 millones de libras de carne del mercado. Si bien ese caso no se trataba de carne de res de MSM, consolidó su reputación como producto que los Estados Unidos no estaban dispuestos a arriesgarse, dejando que se desvaneciera en silencio del suministro de alimentos estadounidenses.
